El Inglés Joseph Priestley empezó a experimentar con el mineral mercurio calx en 1773. Durante miles de años se conocía y codiciaba al mercurio calx, una piedra sólida roja, porque cuando se lo calienta parece convertirse en merucrio, un metal líquido plateado.
Priestley observó que el mercurio calx no sólo se convierte en mercurio, sino que efectivamente se convierte en dos sustancias cuando se lo calienta, mercurio líquido y otro extraño gas.
Priestely cuidadosamente recogió este gas en una jarra de vidrio y lo estudió. Después de muchos largos días y noches en el laboratorio, Priestley dijo del extraño gas, “lo que me sorprendió más de lo que puedo buenamente expresar, es que una vela se consumió en este aire con una notable y vigorosa llama.”
No solamente la llamas se consumieron vigorosamente en este gas, sino un ratón puesto en un contenedor sellado con este gas vivió durante un período de tiempo más largo que un ratón puesto en un contenedor sellado con aire ordinario. El descubrimiento de Priestley reveló que las sustancias se podían combinar o separar para formar nuevas sustancias con diferentes propiedades. Por ejemplo, un gas incoloro y sin olor puede combinarse con el mercurio, un metal plateado, y formar mercurio calx, un mineral rojo.
Priestley observó que el mercurio calx no sólo se convierte en mercurio, sino que efectivamente se convierte en dos sustancias cuando se lo calienta, mercurio líquido y otro extraño gas.
Priestely cuidadosamente recogió este gas en una jarra de vidrio y lo estudió. Después de muchos largos días y noches en el laboratorio, Priestley dijo del extraño gas, “lo que me sorprendió más de lo que puedo buenamente expresar, es que una vela se consumió en este aire con una notable y vigorosa llama.”
No solamente la llamas se consumieron vigorosamente en este gas, sino un ratón puesto en un contenedor sellado con este gas vivió durante un período de tiempo más largo que un ratón puesto en un contenedor sellado con aire ordinario. El descubrimiento de Priestley reveló que las sustancias se podían combinar o separar para formar nuevas sustancias con diferentes propiedades. Por ejemplo, un gas incoloro y sin olor puede combinarse con el mercurio, un metal plateado, y formar mercurio calx, un mineral rojo.